29.12.14

Viviendo despacio

Hoy me levantado temprano con ganas de preparar algo ligerito para desayunar antes de ir a sacar a la yegua que vamos a adoptar a pastar por nuestra finca para que se vaya acostumbrando poco a poco. Me he decantado por dos revanadas de pan bimbo integral con semillas rebozadas con huevo y pasadas por la sartén, un poco de zumo de naranja natural y unas almendras (probadlo esta riquísimo). Antes de irme he pasado a ver a las gallinitas y darles un poco de comer, aun son bebes y mis gatos juegan a cazarlas así que mientras crecen estamos preparando un cercado muy grande para que puedan moverse libremente por donde quieran.
Para mi sorpresa, mientras iba por el bosque hacia el rancho me seguía uno de nuestros gatitos que me ha hecho compañía toda la mañana y hasta que no he acabado no se ha ido para volver juntos a casa.
La verdad es que cuando te paras a vivir despacio todo cobra un sentido diferente, ya ni el viento me suena igual, ni las noches, ni los olores, ni las horas... Aqui todo es diferente. Cuando veo como el primer rayo de sol se cuela por la ventana de mi habitación soy incapaz de quedarme en la cama, es como si una parte de mi me pidiera a gritos que salga a contemplar lo bonito que es el paisaje, las hojas heladas por el frío de la noche, el vapor de agua evaporándose de los árboles a los que les da el sol, los pajaritos, el "tolón tolón" de las vacas a lo lejos, el olor a leña recién quemada y el humo que sale por la chimenea... La verdad es que pensé que me costaría acostumbrarme a la vida en el campo pero no ha sido así. Me siento en casa, me siento a salvo y me siento parte de la naturaleza. Me siento como si hubiera encontrado la clave de la felicidad. No por el hecho de ser feliz ya que como todos, también tengo mis momentos, sino por la sensación de que me encuentre mejor o peor, se que estoy haciendo lo correcto.
Muy feliz año nuevo a todos y de corazón, no dejéis de luchar por lo que os hace felices, al final la vida no tiene mucho sentido si no lo intentamos.










28.12.14

Boda campestre M+D

Una preciosa boda campestre en la masía Cal Visó, un lugar de ensueño con unas vistas preciosas a infinitos campos de trigo, con una casa de piedra que enamora nada mas llegar, cuidada con todo lujo de detalles y un gusto exquisito.  Los rayos de sol acariciaban las flores y parecía una postal típica de la Toscana.
Un marco perfecto para esta boda tan rústica y bonita, una pareja especial, buena compañía, buena comida gracias al catering de mis amigos de Caravan made y música country de fondo. Espero que os enamore tanto como a mi. 



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