8.1.15

Into the wild.

Aprovecho hoy que la inspiración sacude mis rincones para escribir un poco como me voy sintiendo, como me voy adaptando, como van creciendome las alas, como voy levitando, amando y conectando. Hace ya dos meses que vivimos en plena naturaleza, todos los que me conocen creían que era una locura, que dos días, que la niña pija de ciudad no aguantará en una casa así, en un lugar sin iluminación por las noches, sin alcantarillado, sin una tienda a la puerta de casa, sin sus comodidades, sus caprichos, sus costumbres. Lo cierto es que hasta yo me lo llegué a creer, llegué a creer que me costaría, que tendría miedo las noche que pasara sola hasta que él llegara, que dudaría, que querría tirar hacia atrás. Que equivocados estábamos todos... Una vez le pregunté a una mujer que vivía en la montaña antes de mudarme si no le daba miedo vivir ahí cuando se quedaba sola por las noches, como podía estar tranquila? y ella me dijo que todo cambia, que todo se conecta, que tu parte mas animal despierta y te mantienes alerta, empiezas a escuchar ruidos que antes ni sabias que existían, que sabes cuando se acerca alguien a distancia solo por el ruido inhabitual en que los pájaros vuelan, por el ruido del crujir de las hojas, por la luz de la luna... y ahora se cuanta razón tenía...

Vivir aquí nos conecta con nuestra parte mas visceral, mas salvaje, mas intuitiva, las primera noches no me atrevía a salir, no veía nada y solo oía ruidos ahora empiezo a ser capaz de clasificar cada ruido, de saber si hay algún intruso salvaje en nuestro jardín o si simplemente son mis gatos jugando a ser libres otra vez. Ahora lo siento todo... me preguntan si tenemos frío. Frío? No se lo que es el frío desde que vivimos aquí y estamos cada noche a bajo cero, no lo sabemos porque no paramos, porque aunque nos pasamos el día por fuera de la casa no paramos de movernos, y porque cuando oyes un ruido y sales corriendo a ver que es la misma adrenalina te hace sentir calor. Porque cuando algo me asusta, me siento mas segura si salgo corriendo fuera y me escondo en el bosque que si me quedo dentro, porque fuera soy indomable, porque la tierra me llama, porque la siento... No se explicaroslo, tendríais que vivirlo... Yo solo se que dure lo que dure esta aventura hoy por hoy no lo cambiaría por nada del mundo. Mis manos tocan diferente, mi oídos oyen diferente, mi olfato ya no es igual y mi corazón sin duda, cada vez es mas grande.

Aqui os dejo algunas fotos de nuestro día a día.










"Algún día encontraras a alguien a la medida. Que se olvide de tu pasado, de tus fracasos, que no le importe lo que fuiste, lo que hiciste, lo que algún día por malos actos tal vez perdiste. Alguien que te levante, que te perdone, que te cuide, que llore contigo y si es necesario te haga volar, alguien que te entienda cuando ni siquiera tu lo haces. Alguien que al entrar en tu vida te hará saber porque no funcionó nada con ninguno más. Al fin y al cabo, alguien a la medida..."


Y tras muchos días, hemos acabado el gallinero. Ya pueden entrar y salir cuando quieran y estar un poco protegidas de los demás animales.





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