Amor de película

A lo largo de los años me doy cuenta que voy cambiando, que voy evolucionando, creciendo, madurando y conmigo, mis gustos, mis tendencias... Las fotos que antes me parecían perfectas ahora no me lo parecen tanto. Intento buscar algo especial y único en cada trabajo, en cada pareja, persona o momento...

Recuerdo el día que tomé la decisión de dedicarme a retratar parejas, estaba en clase de "dirección de arte para editoriales de moda" y el profesor dijo que debíamos dedicarnos a algo en lo que nos acostáramos y nos levantáramos pensando en ello, algo sobre lo que no nos importara leer mil libros o ver películas o documentales o pasar horas, años, haciendolo. Evidentemente se refería a la moda. Todos estábamos ahí porque nos encantaba la fotografía de moda. Pero algo en mi se activó...

Me fui a casa pensando que yo en lo que me acostaba y me levantaba pensando no era en la moda... Era en el amor. El amor es lo único que me hace mantenerme viva, a flote y atenta, es lo único que llama mi atención realmente, lo único que no paro de buscar e intentar transmitir... Ahí fue cuando me di cuenta que debía dedicar mi vida a inmortalizarlo, a retratarlo... a hacerlo llegar a la gente..

Nunca más volví a clase, empecé a promocionar books románticos y bodas y hoy por hoy es lo que me da de comer y con lo que más disfruto... Con el paso del tiempo voy perfilando mi estilo y cada vez me doy mas cuenta que lo que siempre he buscado es emular la fotografía del cine... de las películas románticas, eso es lo que busco en mi fotografías, que parezcan escenas sacadas de una película de amor. Juego con la luz, los encuadres, las emociones... Siempre para conseguir lo mismo, fotografías de cine.

Aqui os dejo uno de mis últimos reportajes de una pareja encantadora que este verano tendré el placer de fotografiar su boda. Una tarde genial aunque con un poco de frío, alguna que otra sonrisa nerviosa y mucha complicidad.